Bebé comiendo patilla

Capítulo Tres del Libro “La Hora de Comer Feliz con Niños Felices: Cómo Enseñar a su Hijo Sobre la Alegría de los Alimentos” por Melanie Potock

La abuela de Isaac le limpiaba la barbilla diligentemente con la punta de la cuchara después de cada bocado, asegurándose que no le quedara nada de puré en la cara. Mantenía a su lado una toallita húmeda para limpiarle los dedos rápidamente, y la bandeja de la silla de comer si algún alimento goteaba de la cuchara. "A él le gusta estar limpio", dijo con orgullo. Isaac tenía 18 meses y aún no había tocado una cuchara o cualquier alimento de su bandeja . Afortunadamente esta abuela estaba abierta a mis sugerencias y, meses más tarde, Isaac, la abuela y yo estábamos hasta los codos de pudín de chocolate mientras jugábamos al auto-lavado con pudín en su patio trasero. Esa misma abuela me dijo en otra ocasión: "¡Si no has jugado al auto-lavado con pudín no has vivido!"

Siempre que veo a un niño de un año de edad en su silla de comer, perfectamente limpio mientras lo alimentan sus padres mi radar se enciende, nada de comida debajo de la silla, ni una mancha en el babero y ni una gota en su bandeja. Son padres bien intencionados que continúan dándole de comer a sus hijos con el fin de evitarle a sus niños (y a sí mismos) el desastre. El desorden característico cuando un niño come independientemente no es solo parte de la curva de aprendizaje para alimentarse por sí mismo, sino que también es esencial para que los niños vivan la experiencia sensorial de cada uno de los alimentos. Muchos niños necesitan explorar primero los nuevos alimentos con sus ojos, oídos, nariz y manos antes de ponerlos en su boca. El Capítulo 4 de mi libro La Hora de Comer Feliz con Niños Felices: Cómo Enseñar a su Hijo Sobre la Alegría de los Alimentos (Happy Mealtimes with Happy Kids: How to Teach You Child About the Joy of Food), ofrece más información sobre las experiencias sensoriales con los alimentos.

Una vez que el niño pueda sentarse solo o con un poco de apoyo, y que le han colocado correctamente en su silla de comer (ver Capítulo 1), está listo para comenzar a alimentarse con más independencia. Esta etapa del juego consiste en proporcionarle a su niño una variedad de alimentos seguros para que pruebe mientras come, interactuando con su hijo y permitiendo que se ensucie mientras explora los nuevos alimentos.

Usar la cuchara para comer es un arte. Usted puede apoyar a su hijo animándole a sostener el mango cerca de la cabeza de la cuchara. Esto varía dependiendo de la forma del mango, pero en general, cuanto más cerca esté el puño del niño de la cabeza de la cuchara, más fácil le será guiar la manito a la boca sin que se caiga tanta comida. Tenga en cuenta que cuanto más cerca esté su puño de la cabeza de la cuchara más se ensuciará la mano cuando agarre esa primera cucharada de compota de manzana.o her mouth with less mess. Keep in mind that the closer her fist is to the bowl, the messier her hand will get when she scoops up that first spoonful of applesauce!

Pruebe dibujando un amplio círculo alrededor del mango de la cuchara con un marcador permanente para que su hijo tenga una guía visual consistente que le oriente sobre el lugar donde agarrar la cuchara. Escoja un lugar para que su manita esté aproximadamente a una pulgada del plato, o si el mango tiene curva, pídale que lo agarre en la parte superior de la curva. Un mango corto y grueso, con curva, suele ser ideal. Un cuchara con la cabeza más profunda ayudará a contener el puré y los alimentos picados a medida que viajan ese largo camino hasta la boca del niño, pero puede ser que el niño no logre limpiar la cuchara con el labio superior con la misma facilidad.

Algunas cucharas tienen agujeros en la cabeza para permitir que el líquido drene y los sólidos se adhieran a la cuchara. Otras cucharas tienen cabezas texturizadas para los niños que necesitan sensación táctil adicional en la boca que les indique dónde la cuchara está a punto de depositar el alimento. Algunas tienen "cuellos" flexibles en el lugar donde el mango y la cabeza se unen, de forma que los padres puedan ajustar el ángulo del cuello para facilitar una mejor coordinación mano-boca.

Proporcione tracción adicional debajo de tazones resbaladizos usando material para forrar gavetas (ver capítulo 1 de La Hora de Comer Feliz con Niños Felices: Cómo Enseñar a su Hijo Sobre la Alegría de los Alimentos) o use un plato que tenga ventosas o chupones en la parte inferior para que se adhiera a la mesa. Los platos que se adhieren mediante ventosas y son más profundos resultan ideales si se llenan con comidas que no sean resbalosas como requesón, avena o macarrones con queso picados y a temperatura ambiente.

No estoy segura qué resulta más desastroso, que un niño coma independientemente con la cuchara ¡o con los dedos! Una alfombra o tapete lavable colocado bajo la silla de comer es una necesidad. Comer con las manos le brinda a su pequeño la oportunidad perfecta para que comience a desarrollar la ‘prensión pinza’, que consiste en usar el pulgar y el índice para agarrar alimentos pequeños, tales como arándanos y cheerios picados.

Alrededor de los seis meses de edad, su hijo comenzará a tomar objetos usando toda la mano y flexionando los cuatro dedos en torno al objeto deseado. Soltar la comida puede ser complicado. Puede ser que vea que su hijo usa la boca para agarrar la comida mientras la hace pasar entre sus deditos.

Dancing in the Kitchen CD CoverPoco a poco, entre los siete y nueve meses, la prensión pinza comienza a aparecer. Esta es también la etapa durante la cual los niños tienen la estabilidad del tronco necesaria para poder sentarse en una silla de comer y concentrarse en esta nueva habilidad. Normalmente, al final del primer año han perfeccionado su prensión pinza. Para ese momento verá que su niño comienza a agarrar pequeños pedazos de comida y se los pone en la boca con más precisión y, afortunadamente, menos desastre.

Apoye el progreso natural de la alimentación usando las manos, ofreciéndole primero alimentos blandos o que se disuelvan fácilmente en la boca, como galletas de mantequilla. Estos alimentos son relativamente fáciles de sostener y meter en la boca hasta que un trozo se ablanda y cae dentro de la cavidad. Con el tiempo, el niño desarrollará la capacidad de graduar el movimiento de la mandíbula y morder realmente la galleta de forma controlada. A medida que sus habilidades mejoren, ofrézcale trozos pequeños (del tamaño de un guisante) de alimentos blandos o que se disuelvan, con la finalidad de exponer a su hijo a una variedad de sabores, texturas y temperaturas seguras. Pequeños arándanos fríos cortados por la mitad, pedacitos de pasta tibia con mantequilla, trozos de tofu o cheerios rociados con jugo de manzana son buenas opciones para comenzar. Por favor refiérase al Capítulo 15 del libro para consultar ideas adicionales.

Para fomentar el desarrollo de la prensión en pinza intente los siguientes juegos con su cereal redondo favorito o pequeños trozos de alimentos (del tamaño de un guisante)::

  1. Usando un pequeño vaso o recipiente plástico (alrededor de dos pulgadas de alto y del ancho justo para que quepan el pulgar e índice de su hijo), ponga unos trozos de cereal en el fondo y anímelo a sacarlos usando sus dedos pulgar e índice.
  2. Use un agitador para el café y ensarte tres piezas de cereal. Mantenga el agitador perpendicular a la bandeja mientras su niño se encuentra en la silla de comer y deje que saque los cereales uno a uno, usando el índice y el pulgar.
  3. Cuando le de a su hijo un trozo de cereal, sosténgalo usando la ‘prensión pinza’ (de manera que la mitad del cereal sobresalga para que sus deditos lo puedan agarrar) y acerque el cereal hacia la mano del niño. Espere. Deje que el niño lo tome de su mano antes de llevárselo a la boca por si mismo.

A medida que el niño aprenda a comer independientemente usando sus manos y/o la cuchara:

  • ¡Disfrute el desastre! Es bueno para el sistema sensorial de su hijo y sólo una parte de la curva de aprendizaje.
  • Coloque sus puñitos cerca de la cabeza de la cuchara.
  • Use material para forrar gavetas debajo del plato para que no resbale, o use un plato que tenga ventosas o chupones que se adhieran a la mesa.
  • Ofrezca trozos pequeños de alimentos (del tamaño de un guisante) que sean suaves y / o que se disuelvan fácilmente para fomentar el desarrollo de la prensión pinza.

Acerca de la Autora

Melanie Potock

Melanie Potock

Como patóloga del habla y lenguaje especializada en la alimentación, observo de primera mano el estrés diario que vive una familia cuando un niño tiene dificultades para alimentarse por vía oral. Si bien nuestro trabajo como terapeutas es ayudar al niño a desarrollar habilidades motoras orales y organizar su sistema sensorial con el fin de probar nuevos alimentos, el objetivo final es establecer una coherencia en todos los entornos - y eso, en pocas palabras, se traduce en que la hora de comer sea una experiencia social, divertida y relajante para toda la familia.

Los productos de "My Munch Bug" se crearon para poder llegar a más familias y enseñarles a concentrarse en la diversión cuando se reúnen alrededor de la mesa. El lanzamiento en noviembre de 2010 de la nueva música para niños, "Bailando en la Cocina" obtuvo maravillosos comentarios de los padres y la prensa, pero, y es lo más importante, de los comensales de 2-6 años de edad a quienes les encanta celebrar la alegría de la comida. El CD para niños ofrece múltiples géneros: música latina, pop e incluso una graciosa ópera. El paquete incluye un folleto con consejos profesionales sobre cómo fomentar la hora de comer sin estrés y las letras de las canciones originales están diseñadas para promover confianza, no sólo en los niños, sino también en sus padres. Mamás y papás aprecian el ambiente festivo que pueden crear a medida que cantan y bailan a lo largo de su camino a lo que realmente importa: ¡compartir y disfrutar juntos una comida familiar!

El libro "La Hora de Comer Feliz con Niños Felices: Cómo Enseñar a su Hijo Sobre la Alegría de los Alimentos" es la nueva guía para padres que enseña los fundamentos de la crianza de los hijos en la cocina. Los bebés no vienen con un manual de instrucciones, especialmente cuando se trata de comer en la mesa familiar. El libro está diseñado para ser una lectura rápida y ofrece un toque de humor para ayudar a los padres a entender que no están solos en la aventura de enseñarle a comer a su hijo. Una lectura fácil para padres ocupados, "La Hora de Comida Feliz" es ideal para todos los padres que quieran crear recuerdos gratos en torno a la mesa familiar.

La página web de Melanie, www.mymunchbug.com, ofrece enlaces directos a los recursos de ambos productos. "Bailando en la Cocina" se encuentra disponible en www.cdbaby.com y "La Hora de Comida Feliz con Niños Felices" puede adquirirse en www.lulu.com. Ambos productos estarán pronto disponibles en el catálogo de Mayer-Johnson y en Amazon.com. No deje de visitar la página de Facebook de "My Munch Bug" para obtener códigos para cupones de descuento y las últimas noticias sobre la alegría de comer!

Melanie Potock, MA, CCC-SLP se ha especializado en el tratamiento de los trastornos de la alimentación por más de 12 años.

Puede contactarla en [email protected].